Ponencia de la Dra. Violeta Menjívar, Ministra de Salud de El Salvador, en la Conferencia Mundial de Salud Primaria en Kasakhstan, el 25 de octubre de 2018.
El Salvador está ubicado en América Central, tiene una extensión territorial de 21,040 km² y una población de 6.6 millones de habitantes.
El Salvador tiene en marcha una Reforma de Salud sin precedentes, basada en la Atención Primaria de Salud Integral y en ruta hacia la Salud Universal, fortaleciendo el sistema público, la organización comunitaria, la participación social y la intersectorialidad, considerando la salud como un derecho humano fundamental.
Estamos reduciendo las barreras económicas, geográficas y tecnológicas de acceso a la salud pública, instaurando la gratuidad en la entrega de los servicios, duplicando los establecimientos del primer nivel de atención y realizando una importante inversión en equipamiento e infraestructura sanitaria, incrementando el estamos registrando una reducción progresiva, aunque lenta, de la pobreza y la desigualdad social.
Los aspectos claves en la reorganización del sistema de salud han sido: 1) La adopción del modelo de atención en salud familiar y comunitaria basado en la APS integral; 2) La gestión de redes integradas e integrales de salud (RIIS) y 3) La conformación de Equipos Comunitarios de Salud Familiar, Ecos distribuidos en el territorio nacional. Hemos creado 577 Ecos.
Todo lo anterior, nos ha permitido cambios positivos en los indicadores más representativos de la salud pública tales como: tener la mortalidad materna más baja de nuestra historia; el 99% de los partos son atendidos por personal calificado; hemos iniciado el descenso del embarazo en niñas y adolescentes, tenemos un descenso de la desnutrición crónica, continuamos disminuyendo la mortalidad infantil, una baja letalidad por dengue y amplias coberturas de vacunación. Estamos en el proceso de eliminación de la malaria y de transmisión vertical de VIH y sífilis congénita.
El Salvador cuenta con un plan multisectorial de abordaje las enfermedades no transmisibles. Sabemos que el control de las ENT va más allá del sector salud, que los países debemos hacer valer el derecho a la salud por sobre los intereses comerciales, como es el caso de las regulaciones necesarias a la industria del tabaco, alcohol, de los medicamentos, los alimentos y los agroquímicos y que tienen un impacto negativo en la salud de la población.
La APS no es un fin en sí misma, es una estrategia maravillosa que contribuye en el camino de la Salud Universal y la Salud Para Todos. La APS no es sinónimo de primer nivel de atención pues es una estrategia integral que involucra a todos los niveles de atención.
Finalmente, para garantizar el cierre de las brechas de equidad de salud necesitamos seguir avanzando en la integración del Sistema Nacional de Salud, garantizar la sostenibilidad financiera de las políticas públicas de salud, consolidar la respuesta a las enfermedades no transmisibles y elevar los niveles de democracia, factor necesario para construir la APS.