San Salvador, 06 de diciembre de 2016. Autoridades del  Ministerio de Salud (MINSAL) participaron en el Taller Intersectorial para el Control de las Deficiencias Nutricionales por Micronutrientes en El Salvador, como parte de un esfuerzo de todos los países de Centroamérica en donde se presentarán y discutirán los avances sobre los reglamentos de alimentos fortificados. La actividad, se enmarca en el proyecto: “Bien Público Regional” ejecutado por el Institutito de Nutrición para Centroamérica y Panamá (INCAP) financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las carencias específicas de micronutrientes se caracterizan por ser altamente prevalentes definidas como: hambre oculta. En los países de la región las carencias altamente prevalentes han sido deficiencias de vitamina A, hierro y yodo, las cuales tienen un impacto en la salud pública por lo que requieren del esfuerzo conjunto para su prevención y control.

La coordinadora nacional del Programa Nacional de Nutrición y Seguridad Alimentaria del MINSAL, Licda. Yris Ramos habló sobre los problemas que hay con los alimentos que consumimos “se ha cambiado a nivel mundial el consumo de alimentos  y ahora consumimos más alimentos que nos llenan las necesidades calóricos, consumo de grasas, azúcares y una gran cantidad de alimentos que no nos brindan micro nutrientes lo que ha permitido incrementar el sobrepeso y la obesidad que son otros problemas de salud pública”.

“Uno de los logros que como MINSAL tenemos es que ahora trabajamos en conjunto entre los organismos de cooperación, empresa privada, sectores como azúcar, la sal y la harina, sabemos que es un logro que le ha dado vida a una política pública  que si bien es cierto hemos avanzado muchísimo, todavía tenemos que seguir avanzando  con algunos retos por ahí que hay que trabajarlos”, agregó.

La creciente incorporación de alimentos ricos en grasas o carbohidratos en la dieta habitual hace que se cubran las necesidades de energía pero no así las vitaminas y minerales denominas ”micronutrientes” indispensables en el ser humano para garantizar el crecimiento físico, el desarrollo cognoscitivo, el mantenimiento fisiológico y la resistencia a las  infecciones.

De ahí que el MINSAL consciente de los problemas nutricionales por deficiencia de micronutrientes, ha impulsado acciones conjuntas con diferentes sectores para la prevención y control de esta problemática,  resultando de este esfuerzo, 5 alimentos fortificados con diferentes micronutrientes: azúcar con vitamina A, sal con yodo, harina de trigo, harina de maíz nixtamalizada y pastas alimenticias fortificadas con hierro, acido fólico y vitaminas del complejo B.

Mediante esta intervención y otras implementadas por el MINSAL en la atención integral en salud y nutrición se ha logrado controlar y reducir la prevalencia de problemas nutricionales como la  deficiencia de vitamina “A” y los desordenes por deficiencia de yodo.

En  El Salvador en el año 2009 se realizó el estudio de retinol sérico (forma activa de la vitamina A) en niñez de 12 a 59 meses de edad y mujeres de 15 a 49 años, el cual reflejó que la prevalencia de deficiencia de vitamina A en niñez fue de 5.3% y en mujeres de 1.1% con lo cual se permite afirmar que este es un problema de salud pública controlado. La fortificación del azúcar con vitamina A, es un logro  importante donde la  participación y la cooperación del  sector azucarero ha sido valioso.

Para evaluar el impacto biológico de la intervención en fortificación de alimentos se han desarrollado varios estudios para la toma de decisiones en la sostenibilidad de la fortificación entre los que podemos mencionar, la encuesta de prevalencia en el año 1990 de bocio en escolares, la que reflejó un 24.8% de prevalencia de bocio a nivel nacional, siendo las regiones occidental y orientar del país las más afectadas con un 41 y 32% respectivamente, a partir de esto se mantiene se interviene la fortificación de la sal con yodo como una medida costo efectiva en el control  de los desórdenes por deficiencia de yodo.

El MINSAL también realizó estudios de excreción urinaria de yodo en escolares como un indicador trazador;  en el año de 1988  se encontró una mediana poblacional de excreción urinaria de yodo de 150 µg/L y en otro estudio más reciente realizado en el 2012 reflejó que la mediana poblacional de concentración de yodo urinario a nivel nacional fue de  206 µg/L por encima del valor normal que es 199 µg/L. Con lo anterior podemos afirmar que en el país no hay deficiencia de yodo, pero nos encaminamos a superar nuevos retos relacionados con el exceso de este micronutriente.

El MINSAL reúne en este evento a funcionarios de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, agencias de cooperación, academia y sector de la industria de alimentos con quienes se discutirán  avances importantes sobre reglamentos de alimentos fortificados regionales armonizados y basados en su experiencia, se obtendrán invalorables aportes, se identificarán puntos de encuentro y visión común sobre prioridades, líneas de intervención y mecanismos de coordinación y articulación intersectorial entre las instituciones.